viernes, 27 de enero de 2012

Davos 2012

Credito: CNN Expansion.

Las reformas pendientes, quedó claro, no son sólo cosas de México. Europa presume en sus discursos desde los 1990 que será el continente más competitivo del mundo y el de mayor crecimiento, pero es incapaz de detonar ninguna de las dos cosas bajo la parálisis de su proceso de toma de decisiones.

La crisis está cambiando la situación, anunció al mundo ayer la canciller alemana Angela Merkel en Davos en una defensa y crítica del proyecto de ingeniería social europeo; la unión de 27 países multilingues y multiculturales bajo una sola bandera. Su intervención en el discurso inaugural del Foro Económico Mundial, precedido por unos bailes tradicionales suizos que dejaron a los asistentes un tanto desconcertados, mostró a la nueva dama de hierro de Europa, dispuesta a salvar el proyecto después de siglos de guerras bajo principios de democracia, mercado y red social sostenible pero también en una disciplina fiscal férrea y mucha más competitividad.

Una Europa que no emplea a sus jóvenes, vino a decir Merkel, no puede pedirles que la apoyen. Una seguridad social que los deja sin futuro, agregó, no es sostenible.
No todos están de acuerdo. El contrapunto lo puso el financiero George Soros, quien reprochó en una comida con periodistas a Alemania que su énfasis en las medidas de contención del déficit puede hacer estallar a la unión. Unos países del sur con déficits fiscales superiores a 10% embarcados en subidas de impuestos y recortes del gasto social, vino a decir Soros, sólo pueden generar tensiones que romperán el euro y la Unión.

En el fondo la crisis del empleo que vive Europa y su crisis fiscal se interpretan en Davos como consecuencia de una dualidad de modelos económicos: el capitalismo de estado del este, que en estos momentos logra crecimientos consecutivos insólitos, y el capitalismo occidental. Pero los economistas advierten también una crisis en los modelos que dibujan en sus pizarrones.

Una mesa de discusión sobre la disciplina económica abordó la crisis existencial en que caen los economistas con las crisis. ¿Por qué no lo vieron venir?
El siempre polémico Nobel Joseph Stiglitz y el caza-burbujas Robert Schiller, quien predice burbujas financieras, discutieron cómo en los momentos de ruptura como el provocado por las nuevas tecnologías, los modelos económicos necesitan incorporar nuevas variables, y son necesarios unos años para lograr la estabilidad. Por ejemplo, los modelos económicos no incorporan algo tan esencial como es la banca -¿cómo opera? ¿cuáles son sus incentivos?-, responsable de última instancia de la crisis presente.

Los economistas deben acercarse a la neurociencia, aprender de los modelos que explican el comportamiento humano a nivel micro, más allá incluso de la llamada economista conductista (behavioural economics) que bien conocen los lectores del Nobel Daniel Kahneman (Thinking fast and slow).

Pero Davos es mucho más que este mapa de abstracciones. El arquitecto mexicano Enrique Norten presentó ayer su proyecto para rescatar Xochimilco, la zona de canales y plantíos al sur del Distrito Federal, y llenó su sala con el diálogo sobre la economía sostenible, la arquitectura al servicio del individuo y la política del urbanismo.

En un pueblito suizo en la ladera de los Alpes, lejos del rudo día a día, el grupo de los líderes globales entienden al fin que hay que dedicar unos minutos de reflexión a las individuos, jóvenes, como hizo Merkel, enojados, como hizo Soros o como alertó Paul Polman, presidente ejecutivo de Unilever, sobre los 1,000 millones de personas que cada día se meten en la cama con hambre. "Así, no es posible un mundo en paz".

UN MUNDO EN CAOS

Son pésimos momentos para ser un líder político en el mundo. Hace 42 años, en la primera cita de Davos, los temas tratados por los empresarios, los académicos y políticos reunidos en este aldea de esquí suiza, a 1,560 metros de altura, fueron la guerra fría; la ruptura de los consensos de post guerra en la reunión de Bretton Woods, los desequilibrios norte-sur y las relaciones entre sindicatos y empresas.
Cinco temas solamente, recordaba ayer el fundador del encuentro de Davos en un ejercicio que invitaba a la nostalgia.

Hoy la realidad es demasiada compleja. El Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) evalúa este año 50 variables que están dando forma a nuestro mundo. Y es obvio que nadie puede controlar tantas variables a la vez.

¿Cuál es la consecuencia de que Alemania y Francia se acerquen hacia el mismo sistema fiscal? ¿Qué pasa si Grecia abandona el euro? ¿Y si China compra a Irán el petróleo que dejará de comprar Europa? Nadie tiene la respuesta definitiva.
Este año, Klaus Schwab, fundador del WEF, acuñó por eso un nuevo síndrome, el del líder político ‘burnt out', quemado, extenuado por la complejidad del mundo y la pequeñez y lo impredecible de las consecuencias de cuanto decide.
¿Cómo se van a poner de acuerdo Nicolas Sarkozy y Angela Merkel; Barack Obama y los republicanos? La globalización y la interconectividad hicieron el mundo más pequeño y plano, pero también crearon una complejidad inédita e hicieron cada vez más irrelevante al individuo y a su capacidad de incidir en la realidad.

La teoría del caos y los modelos matemáticos creados para explicarlo tienen un lugar privilegiado entre los debates financieros y políticos.

Se entiende la preocupación porque igual de pequeño se siente el recién llegado a Davos. Hay diez eventos diferentes sucediendo a la misma hora; hay demasiada gente que conocer; se le ocurren demasiadas cosas que decir para las veces que le dan el micrófono. La interacción de tanto caos hace que se multipliquen los hallazgos creativos.

Uno de los síntomas de la complejidad cae en forma de copos. Nunca había nevado tanto en Davos. ¿Es el cambio climático? La nieve cae y cae. El contingente de 5,000 militares que se ocupa de la seguridad vio ayer desfilar sobre la nieve apelmazada y el hielo traicionero a tambaleantes y muy abrigados visitantes de Tokio, Shanghai, Dubai o Santiago de Chile, llenos de entusiasmo y decisión. ¡A cambiar el mundo!, dicen sus caras.

viernes, 20 de enero de 2012

El Camaleón que revoluciono la industria musical.

Credito: AMIB.

Esta es la historia de cómo uno de los cantantes más importantes en la historia del rock demostró la forma en la que el mercado de valores puede hacer realidad cualquier sueño.

Seguramente ha escuchado el nombre de David Bowie, debido a que se trata de uno de los cantantes más importantes, carismáticos e influyentes en la historia del Rock, según prestigiosas publicaciones como Rolling Stone.

Desde sus inicios a finales de la década de los 60´s, este hombre impresiono a la industria musical con la edición de clásicos como: Ziggy Stardust and the spiders from mars y la aparición de sencillos como Space Oddity.

De ahí en adelante sus éxitos musicales vinieron aparejados con múltiples cambios de imagen y conceptos que le valieron el sobrenombre del “Camaleón” el cual subsiste hasta la fecha. Esa cualidad le ha permitido incluso reinventarse ir cambiando década tras década y convertirse junto con su música en una parte fundamental de esas épocas.

Este personaje también es poseedor de una amplia cultura. Muchos recuerdan todavía su único concierto en la ciudad de México a finales de los años 90´s durante la promoción del disco Earthling en el cual en un casi perfecto español, hablo a un pletórico foro sol sobre su visita a las pirámides de Teotihuacan, incluso es recordado por muchos como actor por sus aspiraciones en el hombre elefante, la película infantil Laberinto o por su papel de Poncio Pilatos en la ultima tentación de Cristo, por mencionar unos de sus muchos éxitos.

Pero David Bowie no solo ha sido un innovador en los escenarios, en Enero de 1997 este hombre sorprendió a la comunidad musical y financiera al levantar 55 millones de dólares mediante la bursatilizacion de los derechos de sus canciones.

Una Bursatilizacion es un proceso realmente sencillo, que poco a poco ha sido utilizado por una gran cantidad de empresas y organismos para hacerse de recursos y hacer realidad hoy los beneficios económicos que tendrán en un periodo de tiempo mucho mas largo.

El procedimiento fue el siguiente, el organismo emisor en este caso Bowie, efectúo una emisión de Bonos, los cuales son intercambiados por los inversionistas en diferentes bolsas del mundo, estos Bonos contaban con una garantía, consiste en las regalías que el cantante recibiría por los derechos de los 25 discos que edito antes del año de 1990, la operación fue estructurada por el banquero David Pullman, quien fue considerado como una de los 100 innovadores mas influyentes a nivel mundial.

Los “Bonos Bowie” ofrecieron a los inversionistas un rendimiento del 7.9% y tuvieron un plazo de 10 años, la suscripción, recuerdan los diarios financieros de la época, se cubrió en su totalidad en una hora.

El Tiempo demostró que incluso las obras intelectuales pueden ser apreciadas por el público inversionista y tienen todo el derecho de generar regalías para sus creadores.

Con el tiempo los inversionistas fueron recibiendo sus intereses producidos por la inversión en los Bonos del cantante, mientras Bowie pudo recibir en una exhibicion los recursos que recibiría por concepto de regalías a lo largo de esos 10 años.

Vale la pena recordar que la bursatilizacion ha sido un instrumento ampliamente explotado en los países desarrollados e incluso en México existen casos de éxito que se pueden recordar.

Por ejemplo en el 2004 el Infonavit conformo un fideicomiso con los recursos que obtenía producto del pago de un seleccionado grupo de créditos y con esos montos respaldo la emisión de Certificados Bursátiles en la Bolsa Mexicana.

Un esquema similar han seguido diversos municipios y estados de la Republica Mexicana quienes han colocado en fideicomisos los recursos provenientes de participaciones federales o del cobro de determinados derechos o impuestos para respaldar sus emisiones.

Desde aquella colocación de Bowie otros novelistas y cantantes replicaron el modelo como James Brown, Rod Stewart y grupos como Iron Maiden.

Con parte de esos 55 millones de dólares, el “Camaleón” se decidió a participar en una serie de empresas demasiado innovadoras para su época como un Banco en Línea, una empresa proveedora de servicios de Internet y una estación de radio en la red.

Todo esto debe servir como ejemplo de con IMAGINACION y productos de calidad cualquier sueño puede servirnos para financiar nuevos sueños.