miércoles, 15 de abril de 2009

Al fin llegó el día...

El pasado viernes 3 de abril, quedará en la memoria de los alumnos del 6° grado de Administración y Finanzas, de la Universidad Panamericana, campus Ciudad de México, el momento de presentar su examen de certificación de la Figura 210 o Asesor en Estrategias de Inversión Integral, ante la Asociación Mexicana de Intermediarios Bursátiles (AMIB), en donde sustentaron 52 alumnos de la carrera, y cuya preparación -desde casi un año atrás, así como la forma de adquirirla-, había sido perfectamente planeada por nuestro director, el MBA. Eulalio González Anta, pero que, lógicamente, el esfuerzo en los últimos días es digno de mencionar: los chicos estudiando en los pasillos, bibliotecas, casas de sus compañeros, en la luz roja del semáforo de esta transitada ciudad y que les permitía tener tiempo para hacerlo. Sus caras de sueño era algo normal, pero nunca perdiendo el entusiasmo y la fe de hacerlo muy bien; y no era para menos, un examen con altas estadísticas no favorables, y seguramente aceptables en el mercado de valores de México, cuya exigencia es perfectamente comprendida por la importancia de esta actividad.

La cita se llevó a cabo en las instalaciones de la Bolsa Mexicana de Valores, a las 8 de la mañana para el primer grupo, compuesto de 21 personas, para que alrededor de las 13 horas lo presentaran también otras 21 personas más, y las 10 restantes, el martes 7 de abril. Dicha forma de agrupar a las personas fue disposición de la AMIB, en su carácter de autoridad, la cual ejercía muy bien su función al exigirles, por ejemplo, la presentación de todos los documentos en original, que previamente se habían entregado en copias; cotejarlos con los originales y la toma de la foto la cual quedaba registrada con un número de matrícula que los hace pertenecer ya a la comunidad bursátil de nuestro país.

Comenzó la examinación con un gran nerviosismo que se percibía en el ambiente y, haciendo referencia a nuestras creencias, no faltaban los rezos y plegarias para que la ayuda viniera de más arriba en ese momento; aunque ya estaban perfectamente preparados. Fueron 4 horas en las cuales sudaban; afortunadamente muy pocos fueron los que no resistieron esa prueba de desgaste total y conocimientos. La gran mayoría, alrededor de las 3 horas con 30 minutos, comenzaban a levantarse de sus respectivas máquinas donde aplicaban el examen; era tan grato y emotivo el ver cómo, dentro de la sala de exámenes de certificación, -la misma que utilizan los operadores profesionales de nuestro mercado de valores para demostrar sus conocimientos-, los chicos brincaban de gusto; se hincaban y miraban hacia el cielo agradeciendo la ayuda solicitada pero, desafortunadamente, también algunos salían con lágrimas en la cara, pero no de gusto, sino de coraje o frustración.

Los resultados de los 52 alumnos que presentaron este examen fueron: el 75% de APROBADOS; y en estos mismos, tener calificaciones que hasta los mismos funcionarios de la AMIB se quedaban sorprendidos de tan alto rendimiento. Dicho resultado quedó plasmado en una constancia que se entregó en el momento en que se les acreditaba, para llevar a cabo las actividades propias de la figura presentada; ya que por el momento no tendrán aún el apoderamiento autorizado en el Mercado de Valores hasta que un intermediario financiero les otorgue el patrocinio ante notario público y cuenten con la autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, pero sus nombres ya están en la pagina de la AMIB como personal certificado, y tendríamos que investigar realmente cuántos de ellos desean especializarse en el mercado de valores o ejercer su dirección en una empresa como CFO. Para las 13 personas que no pudieron acreditarlo por una minima diferencia, tienen la posibilidad de un examen extraordinario, para acreditarlo. Pero en sus propias palabras, el haber vivido la experiencia los llevó a darse cuenta que no sólo basta con estudiar para asegurar el resultado; también es compromiso, personalidad, resistencia, y por qué no, hasta querer pasarlo sin miedo alguno; al final, el mejor sparring que como directores deben tener al tomar las decisiones y asumir sus consecuencias. Con el resultado no satisfactorio de estos pocos estudiantes, también aprendimos todos.

Hoy, la comunidad debe sentirse muy orgullosa debido a que también hemos contribuido con un granito de arena en los primeros éxitos de nuestros FINANCIEROS.

¡ Felicidades UP!

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