miércoles, 9 de junio de 2010

La clave es compromiso.

Uno de los principales problemas que acontecen a la sociedad, es el anuncio recurrente de empresas que están en vías o se declaran en quiebra, reconociendo su incapacidad de hacer frente al entorno que viven, el dejar de vender, no es el principal síntoma que alerta al ente económico de tener graves problemas, sino la ceguera de taller que nos imposibilita a crear modelos que midan la eficiencia de la gestión empresarial.
Cualquiera que sea la situación de la empresa, es importante la aplicación de 3 diferentes dimensiones para gestionar el cambio y así tener la posibilidad de no llegar a la famosa quiebra e incluso generar negocios exitosos, dichas dimensiones son: un cambio en la forma de pensar no solo del director sino que llegue paulatinamente a cada recurso humano a su disposición, una reorganización a la estructura si así fuera necesario con adiciones o lógicos recortes y un ineludible sistema de remuneraciones o compensaciones idóneo que a veces por si solos son suficientes para tener empresas mas sólidas, con la mezcla de las tres anteriores se garantiza conseguir, el compromiso de las personas que laboran en la empresa, ya que alguien que no lo tuviera puede costar muy caro en términos de rotación e inversión constante en recurso humano.
Sin duda que el sueldo y las prestaciones que recibimos son un primer incentivo para permanecer en el trabajo, pero no lo es todo, ya que una verdadera fidelidad y compromiso en el trabajo se puede obtener de una manera mucho mejor si la empresa ofrece un plan de carrera, que exista un buen ambiente laboral, que se incluya a la familia del empleado en el sistema de compensación, por ejemplo, generara empleados contentos con su labor y con base en el estudio Calidad laboral y productividad, elaborado por la Universidad de Barcelona. Se comprueba que el rendimiento en la labor se incrementa.
La cultura laboral que permanece en empresas nacionales es muy “justa” al tratar al empleado de forma pareja, situación que en empresas de primer mundo no es así, ya que se buscan programas para distinguir a quien tiene un logro especial o está llegando a nuevas metas, esto no solamente considerando a las áreas de ventas sino de forma general y así mas que un trato igual para todos se hablaría de un trato equitativo, Empresas como Kraft Foods, Unilever y Novartis (entre otras con base en el ranking de Súper Empresas, publicado por Expansión) manejan las más diversas prestaciones para motivar a sus recursos, desde opciones de horarios y gimnasio, hasta interesantes mecanismos de inversión. No invertir en los empleados condena a un evidente detrimento en el trabajo. Los costos que conllevan la contratación de nuevo personal, la capacitación, la curva de aprendizaje, todo ese tipo de temas que parecerían ser poca cosa, son cuestiones que deben preocupar

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